Mis pies desacalzos se cubren con las pequeñas olas que crea el mar. El mar con esa oscuridad que me invade todo el cuerpo con un rayo de luz y de esperanza que me da la luna. Poco a poco me adentro en el agua, acercandome a ese infinito y a esa paz que tanto deseo. Mi ropa está empapada, de repente me adentro en esas aguas y noto una felicidad que me invade todo el cuerpo, que me produce escalofríos. Quizá ha sido una locura meterme en el mar de madrugada, pero realmente me siento bien. Y ahora, boca arriba, con la pequeña olas rompiendose en mis oidos y mis ojos viendo el cielo tranquilo y con inmensa estrellas relucientes me doy cuenta que el mundo es enorme y que yo soy tan pequeña como una mariposa, que a fin de cuentas no soy nada para este mundo tan grande y si tengo algo de importancia es solo porque tengo vida, esa vida que injustamente muchos pierden cada día.
Hoy estoy un poco sentimental, he visto en las noticias una imagenes realmente duras, no voy a especificar que he visto, pero realmente es injusto, la vida es injusta.
TODOS NUESTROS CORAZONES CON LORCA
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